ZAO Etnik: las pieles de todos los colores caben en nueva colección de ZAO Make Up

¡¡Hola de nuevo Zaoístas!!

Hoy en el blog de ZAO Make Up venimos con emocionantes novedades. Siempre os resaltamos las múltiples virtudes de nuestros productos, porque para nosotros la belleza no tiene sentido sin el cuidado integral de la piel y del resto de nuestro cuerpo. Usar maquillajes hechos con ingredientes sintéticos, derivados del petróleo y un montón de ingredientes dañinos no hacen bien a nuestra piel y sólo maquillan los problemas que ellos mismos causan. Y ser conscientes de esto es una gran responsabilidad, ya que queremos que todas las mujeres, sea cual sea su edad, raza o tipo de piel, puedan disfrutar de nuestros productos, ya que en ZAO Make Up sólo utilizamos ingredientes beneficiosos e inocuos para nuestra salud.

   

Por eso mismo, es una gran alegría para nosotros presentar la colección ZAO Etnik, una colección que se ajusta a más tonos de piel, como son las pieles blancas pálidas, rojas, oliva, negras… ¡¡Todas las etnias caben en ZAO Make Up!

El primer producto del que os queremos hablar es de nuestro maquillaje compacto. Formulado 100% con ingredientes naturales y un 20% ecológicos, la nueva gama comprende seis nuevos tonos que van desde el tostado topaz al intenso mocha, que se adaptan a todas las tonalidades de las pieles negras. El silicio, la microplata y los aceites y mantecas ecológicos como el babasú o la jojoba hacen que este producto sea apto para todas las pieles, desde las más sensibles hasta las más grasas, ya que aporta hidratación pero no grasa dada su combinación de ingredientes.

El segundo de los productos está diseñado para pieles asiáticas y blancas y es nuestro maquillaje compacto tono Ivory. Un suave y aterciopelado maquillaje para las que desean una buena cobertura pero con un acabado totalmente natural. Con un 20% de ingredientes certificados por Ecocert, este precioso compacto contiene extracto de bambú, silicio, microplata y una combinación de ceras, aceites y mantecas que mantendrán la piel hidratada, sin cuartearse, con una cobertura perfecta.

Además de las pieles más oscuras, en ZAO Make Up hemos querido dar respuesta a esas pieles blancas tan claras que a penas suelen encontrar tonos de maquillaje que se ajusten a su piel sin dejar ese horrible efecto máscara o sin ser demasiado rosados, tanto para mujeres blancas como asiáticas. Para ellas hemos creado tres nuevos tonos de maquillaje fluido. Ya os hemos hablado de nuestras bases y sus maravillosos ingredientes en este post, pero os recordamos que están especialmente indicadas para las pieles más sensibles y que incluso personas con Dermatitis Atópica, seborréica, acné y otras afecciones de la piel se benefician de sus ingredientes 100% naturales.

El último de los productos para el rostro es un polvo suelto traslúcido universal. Con seda mineral 500 se puede usar tras las crema hidratante si sólo deseas matificarla, tras la base de maquillaje o para aplicar a lo largo de la jornada si nos gusta un efecto mate duradero. La aplicación es de lo más sencilla: sólo con verter unos pocos polvos en la tapa, presionamos suavemente con un pincel estilo kabuki y retiramos el exceso de polvos con unos suaves golpes en la brocha. Luego aplicamos haciendo círculos por todo el rostro. La piel quedará matificada pero de forma invisible. Sea cual sea tu tono de piel esta lucirá sin brillos y aterciopelada al instante.

Otro de los productos universales de esta colección es nuestra sombra de ojos nacarada pink bronce, un delicioso color entre café y cobre con toda la magia de los tonos irisados que ofrece la mica. Sin colorantes azoicos y sólo con ingredientes 100% naturales para respetar el delicado equilibrio de los párpados. Este precioso tono se adapta a todas las pieles a las que aporta un delicioso brillo y un intenso color bronceado. Si quieres conseguir un efecto más dramático ¡pruébala con el pincel húmedo!

Por último os presentamos el producto que, sin duda, es otro de los puntos fuertes de la colección. Se trata de tres lacas de labios que se suman a la laca Lie de Vin de la colección Liquid Metal, con la diferencia de que estos tonos son brillantes y perlados, dejando mil destellos en los labios. Hechas con ingredientes 100% naturales, estas lacas en tres preciosos colores (rosa, lila y bronce) llevan un 40% de ingredientes de origen ecológico certificados. Así, el aceite de ricino, el extracto de albaricoque, la glicerina, el polvo de bambú y los preciosos pigmentos se funden dando lugar a unas lacas cubrientes, duraderas, sedosas y suaves con la piel de los labios.

Toda una colección para que las mujeres de todo el mundo el mundo puedan apuntarse a la Zaomanía.

Y tú ¿Ya te has hecho Zaoísta?

Ginkgo Biloba: Una planta del jurásico para ZAO Make Up

Hoy en nuestro blog Zaoísta os queremos contar una historia un tanto diferente sobre una de las plantas que ZAO Make Up incorpora a sus formulaciones. El 6 de agosto de 1945, a las 8:15 de la mañana, la ciudad japonesa de Hiroshima era arrasada por la primera bomba atómica que se usaba en una guerra, concentrando en 4.545 kilos toda la barbarie de la que el ser humano es capaz. La bomba que lanzó el tristemente famoso Enola Gay estadounidense arrasó el 70% de esta ciudad y mató a cerca de 80.000 japoneses, muertes que se duplicarían por los llamados daños colaterales de esta arma nuclear. A la de Hiroshima le siguió la de Nagasaki, sentenciando el fin de la guerra. Días más tarde el emperador Hiro-Hito firmaba su rendición incondicional, poniendo punto final a la cruenta II Guerra Mundial.

La desolación de las ciudades bombardeadas era absoluta. En la zona cero, que se extendía varios kilómetros a la redonda, los árboles se habían convertidos en estacas carbonizadas, las casas en pilas de escombros, las personas en sombras de ceniza… En septiembre, en una labor de reconocimiento rutinaria de la zona, se encontró un árbol que, milagrosamente, reverdecía. Un árbol que se creyó extinguido hasta el siglo VII y que no tiene ningún pariente vivo. Se trataba del Ginkgo Biloba y su florecimiento se tomó como símbolo del renacimiento. Poco más tarde, el templo de Hosen-ji se construía alrededor de la única planta que sobrevivió a Hiroshima y cuya corteza se ha llenado de plegarias por la paz.

Quizá una de las claves de su resistencia al ataque nuclear sea que el Ginkgo Biloba es un árbol del jurásico. Lleva 270 millones de años (que se dice pronto) en la tierra. Sus depredadores hace mucho que se extinguieron y, como venido de otro mundo, no le afecta ni las plagas, ni las enfermedades, ni los hongos de nuestra era. Sus propiedades son tantas que necesitaríamos varios post para enumerarlas. Se sabe que son árboles sagrados en China y en Japón desde hace miles de años y que fueron los monjes chinos los que cultivaron con mimo esta planta para aprovechar sus múltiples beneficios. Cuentan las crónicas que hace 5.000 años descubrieron la efectividad de este árbol para tratar diversos trastornos y, tras las bombas de Hiroshima y la de Nagasaki, el interés por esta planta llevó a la comunidad científica a interesarse por su poder regenerador ya que, en medio de la devastación, este eslabón pedido del reino vegetal se mantenía en pie y volvía a sobreponerse a una extinción con rúbrica humana.

El Ginkgo Biloba es rico en flavonoides y provoca un aumento de la circulación central y periférica. De esta forma, se ha utilizado para combatir diversos síntomas asociados a la falta de riego, desde los mareos hasta los calambres, las varices, el cansancio extremo y el hormigueo en las extremidades. Su capacidad de incrementar el oxígeno que se aporta a las células por ese incremento circulatorio puede prevenir dolencias más graves asociadas a la falta de oxígeno en el cerebro.

Además, los flavonoides también tienen una función antiagregante, que es una tendencia de las plaquetas a aglutinarse, por lo que actuaría doblemente como protector del corazón, evitando los trombos causados por la obstrucción arterial.

Estos mismos flavonoides son unos potentísimos antioxidantes que previenen el envejecimiento prematuro de las células  siendo efectivos en neutralizar los temidos radicales libres. De hecho la función oxigenadora a nivel cerebral aumentan la utilización de la glucosa y la producción del adenosín trifosfato una molécula que, según los últimos estudios, actuaría como un generador de electricidad para nuestras células, proveyéndolas de energía.

Y como en ZAO Make Up queremos que estéis bellas por fuera y sanas por dentro, hemos incorporado el extracto puro de Ginkgo Biloba en los productos de la zona ocular para aprovechar todas sus virtudes. De este modo, nuestros correctores contienen esta versátil planta para incrementar el riego de la zona y eliminar progresivamente las ojeras, mientras que nuestras sombras lo incorporan para que nuestra mirada permanezca joven y descansada por más tiempo.

Sin duda los seres humanos somos capaces de hacer atrocidades con la tecnología, pero también de crear cosas hermosas y, como el Ginkgo Biloba de Hiroshima, resurgir de nuestras propias cenizas usando todo el poder de la ciencia al servicio de la naturaleza, concibiéndonos a nosotros mismos como parte de ella. Y eso mismo es lo que hacemos en ZAO Make Up.

Y tú ¿ya te has hecho Zaoísta?